lunes, 21 de abril de 2008

¿Qué dijo Esperanza Aguirre que no agradó a Rajoy?


¿Qué dijo Esperanza Aguirre que no agradase a Rajoy?.

Ante tanto revuelo producido he releído el Discurso de Esperanza Aguirre, mi deformación histórica me hace ir al documento (que habitualmente conservo). ¿Qué dijo?.

Dijo, hoy podré hacerles partícipes:
*.- “de mis reflexiones sobre la política en general, y, en particular, sobre la vida política española de hoy”.
*.- “hoy voy a hablarles poco de la Comunidad de Madrid”.
*.- “Hoy quiero hablarles más de política, de principios, de ideología, de prioridades y de futuro”.

En 1985, redacté y presenté en el VI Congreso del Partido Liberal la Ponencia de Ideología, en la que decía: “hoy las posiciones ideológico políticas opuestas en todo el mundo occidental dividen a los ciudadanos entre estatistas y liberales, entre los que creen que el Estado puede juzgar mejor que los individuos sobre sus necesidades, y elegir por ellos, y los que consideramos que cada persona debe elegir libremente, siempre que las necesidades mínimas estén garantizadas”.

23 años después esas convicciones liberales son más firmes "siempre he tenido muy claro que si estaba en política era para defender esas ideas liberales y para llevarlas a la práctica".
Porque esas políticas liberales:
*.- no sólo promueven más prosperidad y oportunidades para todos, sino que son las más sociales, las que permiten impulsar y articular mejor la solidaridad entre los ciudadanos.
*.- producen una solidaridad que busca que nadie se quede descolgado, que nadie se quede atrás, y que todos tengan acceso a la prosperidad que entre todos estamos creando”.

En las últimas elecciones Generales el Partido Popular ha obtenido un buen resultado (más de medio millón de votos más que en 2004, hemos rozado nuestro récord de 2000, cuando obtuvimos mayoría absoluta, hemos obtenido más votos y más porcentaje que en 1996, cuando gobernamos). Pero no hemos ganado las Elecciones.
Saber por qué no hemos ganado estas Elecciones requiere, sin duda, un análisis muy pormenorizado de los resultados y de sus causas.
Sin entrar en demasiadas profundidades:
*.- El PSOE ha crecido a costa de IU y de los nacionalistas porque se ha presentado con el aval de una Legislatura en la que ha impulsado muchas iniciativas que coincidían con las de Llamazares o las de Carod-Rovira.
*.- Pero ese sesgo hacia posturas extremistas y nacionalistas no ha provocado ninguna desbandada entre los votantes moderados y antinacionalistas del PSOE hacia nuestras filas. Al PSOE no le han pasado factura sus iniciativas más nacionalistas y más izquierdistas.

Las trampas del PSOE:
El corrimiento del electorado socialista hacia nuestras filas no ha sido todo lo intenso que cabía esperar,
probablemente, porque nuestros adversarios se han dedicado durante toda la Legislatura pasada a plantear debates ideológicos que escondían trampas para hacernos aparecer como un partido antipático, anticuado, al que le cuesta mucho trabajo ganar terreno entre sus contrincantes.

Un par de ejemplos de cómo esas maniobras ideológicas de los socialistas han logrado colocar al Partido Popular en esa incómoda posición.

Matrimonio homosexual:
Desde la promulgación de la Ley del matrimonio homosexual, el 2 de julio de 2005, hasta final de 2006 (última fecha para la que tenemos datos absolutamente fiables) sólo se casaron 5.582 parejas homosexuales.
Esto da una idea de que el debate que suscitó la aprobación de esa Ley era más ideológico que afán de resolver un acuciante problema social, pero fue utilizado para trazar una línea que clasificara a los ciudadanos entre los que están por la modernidad y a favor de los homosexuales (personas secularmente perseguidas, y los que ponen un freno al avance de nuevas formas de familia y todavía guardan recelos hacia la libre sexualidad de las personas).

Nosotros nunca hemos sido homófonos, algunos dirigentes de la izquierda sí.
El debate, así planteado, siempre tendría un ganador, lo paradójico de este debate es que Rodríguez Zapatero lo plantea, seguro de ganarlo, a pesar de presentarse como heredero del socialismo histórico español (en el que proliferan los casos de escandalosa homofobia, y ahí están las referencias a los "invertidos" de Largo Caballero en sus memorias, o la actitud de los dirigentes del PSUC, los comunistas catalanes, ante personalidades como Jaime Gil de Biedma, al que, ya en los años 60, no le permitieron afiliarse por su condición homosexual).

Zapatero es condescendiente con Castro que directamente los encarcela, o como impulsor de una inconcreta "alianza de civilizaciones" con países en los que se les ahorca.
Y nosotros, el Partido Popular, que no tenemos ningún lazo histórico ni afectivo con regímenes donde se haya perseguido a los homosexuales y que siempre hemos denunciado radicalmente la homofobia, hemos aparecido en ese debate como la fuerza que se opone a una extensión de derechos.

Negarse a llamar "matrimonio" a la unión civil de homosexuales era la posición más correcta para defender de verdad sus derechos. Y evitar –como así ha ocurrido– que las legítimas aspiraciones de los homosexuales se utilizaran para dividir ideológicamente a la sociedad española y no para defenderlos de verdad, como sujetos de derechos y no como piezas de un colectivo.


La Memoria Histórica:
La utilización ideológica de un debate planteado únicamente para resucitar agravios, crispar la convivencia y colocar al Partido Popular "en el lado malo de la historia": la Ley de Memoria Histórica. Nadie puede decir que, desde 1977 hasta hoy, el Estado haya sido cicatero con las víctimas de la Guerra Civil.
El Estado ha intentado, bajo los distintos gobiernos sin excepción de estos 31 años, paliar en lo posible todas las situaciones injustas (hasta la fecha, ha indemnizado a las víctimas con más de 16 mil millones de euros, y desde 1977 hasta hoy todo el que ha querido reivindicar a cualquier personalidad republicana ha podido hacerlo con toda facilidad).Creo firmemente que una sociedad decente no puede permitir que quede ni una sola víctima de la Guerra Civil sin enterrar con todo el respeto y la dignidad que merece, pero también es cierto que, desde 1977, sus descendientes o sus correligionarios han podido hacerlo.

En el debate que esta Ley ha provocado, nuestro Partido, que no es heredero de ninguno de los partidos de la II República y que no tiene la menor concomitancia con el franquismo, ha defendido que lo importante era "mirar hacia el futuro".
Esos alegatos a favor de "mirar hacia el futuro" han sido percibidos por muchos como una muestra de inseguridad de nuestra postura, cuando no como un intento de justificar la dictadura de Franco.

Y esa negativa a afrontar el debate ideológico en la interpretación de la Historia –porque la Historia se interpreta desde posiciones ideológicas– nos lleva a parecer herederos de un régimen antidemocrático, antiliberal y antinacional, como el franquismo:
*.- Un régimen que abominaba de la libertad y que negaba la Nación como sujeto de la soberanía.
*.- Un régimen con el que el Partido Popular no tiene nada que ver.

Pero nuestra negativa a entrar a fondo en el debate ideológico lleva a los socialistas –ellos, sí, herederos de unos partidos que, desde posiciones totalitarias, coprotagonizaron el fracaso colectivo de la Guerra Civil- a aparecer como paladines de una libertad y de una democracia en las que en 1936 no creían y que ayudaron a destrozar.

Éstos son sólo dos ejemplos de las trampas que nos han tendido y que han servido para colocarnos ante la opinión pública en posiciones que no son las nuestras y para que al votante desengañado del PSOE le resulte difícil dar el paso de votar a un partido liberal y abierto. Porque España no es, ni puede ser, una anomalía en Europa.

Basada en los principios liberales y convencida de que el Partido Popular puede y debe liderar una opción que obtenga el apoyo mayoritario de los españoles, hoy quiero proclamar que no me resigno a que nos presenten como un partido antiguo y retrógrado, cuando somos la opción más abierta, más moderna y la única que no tiene hipotecas con su pasado.

NO ME RESIGNO:
*.- A denunciar el sectarismo del Pacto del Tinell y la actitud profundamente antidemocrática del PSOE.
*.- A que nos arrinconen y nos hagan aparecer como enemigos de los homosexuales, cuando no tenemos ninguna tacha de homofobia en nuestra historia.
*.- A que nos etiqueten de anticatalanes cuando somos el único partido que de verdad defiende a los ciudadanos de Cataluña, y no utiliza las legítimas aspiraciones de fomento de la lengua y la cultura catalanas para buscar el poder.
*.- A que la política internacional de los socialistas haya llevado a España a la tercera división europea.
*.- A que, con un porcentaje ínfimo de votos, los nacionalistas acaben dictando la política española.
*.- A que el Partido Popular no dé las batallas ideológicas y sea capaz de ganárselas a los socialistas.
*.- A que los gobiernos del Partido Popular sean una excepción en la democracia española.
*.- A que para que gane el Partido Popular los votos de la izquierda tengan que dividirse o que la participación sea muy baja.
*.- A que tengamos que parecernos al PSOE para aparentar un centrismo o una modernidad, que ya están en las bases de nuestras convicciones y nuestros principios políticos y no en los de ellos, como he señalado.
*.- A contemplar impávida cómo la educación en España se deteriora por momentos. Y cómo las universidades españolas no figuran nunca entre las mejores de Europa y, mucho menos, entre las mejores del mundo.
*.- A contemplar una política del agua que consiste en llevar agua en cisternas desde Almería a Barcelona, y no a dar el agua que sobra en unas cuencas a otras.
*.- Ni me voy a resignar cuando veo el escándalo que produce en los ciudadanos el funcionamiento de la Justicia.

Y no me resigno a no desmontar todas las trampas ideológicas que nos tienden nuestros adversarios. Y como no me resigno a estas y a otras muchas cosas, estoy en el Partido Popular dispuesta a dar la batalla para que los españoles conozcan de verdad la opción abierta, moderna y liberal que es nuestro Partido.

El Partido Popular es un gran partido.
*.- En el que caben todos los que creen en la libertad como centro y motor de la vida política
*.- En el que caben todos los que creen que España es una gran Nación de ciudadanos libres e iguales.
Con esos dos principios bien arraigados, estoy convencida de que podemos convocar a una mayoría de españoles:
*.- confiando en los ciudadanos, en sus iniciativas, en sus energías, en su creatividad y en su indiscutible afán de prosperar, como la mejor solución para los problemas de los españoles. Y esa opción liberal sólo la ofrece el Partido Popular.
*.- el Partido Popular el que mejor defiende una idea de España en la que quepamos todos los españoles sin excluir a nadie, una idea de España abierta y no cerrada, una idea de España en la que aceptemos nuestro denso y rico pasado, con sus luces y sus sombras, para aprender de esas luces y para evitar las sombras. Una idea de España que nos sirva de apoyo en un mundo en el que la lengua, la historia y la cultura de España son vistas como una garantía.

Y para presentarnos ante los ciudadanos españoles con nuestras políticas puestas al día, el próximo Congreso es una inmejorable oportunidad:
*.- Allí nos toca renovar y actualizar nuestros principios ideológicos y nuestras líneas programáticas.
*.- Al mismo tiempo, hay que ilusionar y convocar, desde nuestro Partido, a todos los que creen en la libertad y recelan del intervencionismo socialista, y a todos los que creen que España es una gran Nación. Nuestra tarea, desde ahora mismo, es esa: acercarnos a esa inmensa mayoría para que nos conozcan mejor y para que, cuanto antes, nos permitan gobernar en España.
Esta es la misión del Congreso que se avecina. Muchas gracias. Así terminó.

Cada cual que descubra, en lo dicho por Esperanza Aguirre, lo que pueda haber suscitado discrepancias en el seno del Partido Popular y enfado en el señor Rajoy.
Desde luego su contenido no se presta a dudas, lo que dice lo dice bien claro.

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