La irritación de sus detractores pone fácil al presidente pasar por progresista y ganarse la complicidad de la mitad del electorado con sus golpes de efecto.
En un golpe de efecto, con trampa incluida, la creación de un Ministerio de Igualdad mientras se relega la educación a un coche escoba asistencial, porque la instrucción pública es el instrumento fundamental del Estado para disminuir las desigualdades.
De la importancia que el actual Presidente concede a los asuntos del intelecto da idea un efecto colateral de su nuevo gabinete: Jesús Caldera va a ser el gran timonel del pensamiento de izquierdas español.
Esperaré cien días para enjuiciar a los nuevos ministros, pero no para recordar que cuando Federica Montseny ocupó la cartera de Sanidad y Asistencia Social en 1936 tenía 31 años.
Así que Bibiana Aído no es la ministra más joven de la historia de España ni de la democracia, a menos que se agarren a unos meses arriba o abajo, como a un clavo ardiendo, quienes así lo han afirmado.Admito, no obstante que, siendo ambas de la misma edad, Montseny parecía más vieja cuando fue nombrada: había escrito más de 40 novelas y centenares de artículos, había leído a los principales pensadores políticos, y era conocida en toda España como oradora magistral. Le había cundido mucho el tiempo. Y aquí lo dejo, por lo de los cien días.
¿Se creará también el Ministerio de la Verdad?. El de Justicia ya está creado y no quiero comentar nada. A propósito, el de Educación se ha diluído, ¿mal presagio?.
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