Dos opiniones sobre "un Gobierno de cuotas":
“No creo que las ministras, en virtud de su género, vayan a resolver lo irresoluble, y, para los milagros, van a necesitar una semana. Pero, aunque yo me temo que el cuadro que nos pintan tiene mucho de afeite y estrategia, lo cierto es que la escena se ha poblado de actrices, dispuestas, me imagino, a dar la talla. Sin apenas pasado, nuestro futuro cuelga del presente. Tendrán que hacer lo mucho que nadie espera de ellas. Tendrán que demostrar que cotizamos. Ya tiene, la igualdad, su vago y sospechoso ministerio. Ahora sólo nos falta que se entere la gente. “Las Ministras”.- Laura Campmany.
Utilización de la mujer
“Me da la sensación como mujer que desde el Gobierno se está utilizando nuestra imagen para obtener beneficios, votos y popularidad. Si desde el Ejecutivo y otros estamentos todavía no se han dado cuenta de que las mujeres, al igual que los hombres, somos personas, mal vamos. Algunas personas están más o menos capacitadas para desarrollar según qué tipo de tareas, responsabilidades, acciones, etcétera, en base a su capacidad de oratoria, inteligencia, capacidad de sacrificio y un largo etcétera, pero dichas cualidades nada tienen que ver con el sexo de las mismas. Querer equiparar puestos de trabajo al 50 por ciento, ocupados por mujeres y hombres, es patético y rocambolesco, y responde sólo al interés del Gobierno populista que tenemos. Los puestos deben ser cubiertos por personas válidas. Si son todo mujeres, fantástico. Si son todo hombres, fantástico. Si están mezclados... Mientras hagan bien su trabajo, qué más nos da con qué sexo nacieron. Mucha ley orgánica contra la violencia machista, pero el mismo Gobierno está utilizando la imagen de la mujer para su propio beneficio. Está discriminando a mujeres y hombres por igual al cubrir vacantes dependiendo del «cupo» de hombres y mujeres, sin tener en cuenta quiénes gozan de mejor preparación para cubrir el cargo.
Las mujeres, como personas que somos, deberíamos exigir al Gobierno que nos tome más en serio, que no somos menores de edad indefensos que necesitan que les saquen las castañas del fuego. Menos demagogia y más acción. No hace falta que nos «ayuden» con favoritismos. Que nos dejen volar. Que nos dejen ser como somos. Y que nos dejen, desde la igualdad entre sexos sin favoritismos para nadie, acceder a los puestos por nuestros méritos propios” Cristina Tenas Rosell.- Palma de Mallorca
miércoles, 16 de abril de 2008
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