¿Teruel existe?

La Autovía Mudéjar, la A-68, la que por vez primera ha unido las tres capitales de provincia aragonesas y conecta a esta región con Valencia, necesitó más de quince años de estudios, proyectos, discusiones y obras.
A principios de los 90 echaban a andar los proyectos y hasta hace unos meses no se terminó su construcción.
Pero, a este paso, esos más de quince años van a ser superados por otros proyectos que estaban en marcha, se paralizaron y llevan cuatro años al ralentí; o que han sido prometidos pero avanzan con tanta parsimonia que exaspera el ánimo de quienes los esperan en diversos puntos de Aragón.

Una vez más, Teruel es la tierra más afectada por esta situación.
El AVE Cantábrico-Mediterráneo, prometido hace cuatro años por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; la autovía Teruel-Cuenca; y la autovía Zaragoza-Alcañiz-Mediterráneo son tres ejemplos claros de esta situación.

AVE Cantábrico-Mediterráneo
El ferrocarril sigue sin plazos ciertos. Como otras obras incluidas en el Plan Especial de Infraestructuras de Transporte (PEIT) 2005-2020, no tiene acotados los tiempos previstos para su construcción.
De hecho, ni siquiera existen los proyectos. En junio de 2004, Zapatero prometió a Teruel que tendrían una línea de AVE que les conectaría con Valencia y con Zaragoza. La bautizó como corredor Mediterráneo-Cantábrico de Alta Velocidad. Tuvo que pasar un año para que se anunciara la redacción de un estudio funcional y, en vísperas de las recientes elecciones generales del 8 de marzo, agentes socioeconómicos y partidos de Teruel, salvo el PSOE, recordaban que aún se estaba a la espera de conocer dicho estudio funcional.
Un corredor, el Cantábrico-Mediterráneo, con el que el PSOE sustituyó el compromiso que había alcanzado antes de que Zapatero llegara a La Moncloa en 2004. Hasta ese momento, tanto el PSOE aragonés como el propio Zapatero prometió a los turolenses que se iba a cambiar el trazado del AVE Madrid-Valencia para que pasara por la capital turolense. El Gobierno aragonés PSOE-PAR llegó a promover recursos judiciales contra los proyectos del AVE Madrid-Valencia con el mismo objetivo.
Tras llegar a La Moncloa, Zapatero se desmarcó de la promesa y la sustituyó por el corredor del AVE Cantábrico-Mediterráneo, para conectar el País Vasco y la Comunidad Valenciana a través de Aragón. A estas alturas, ni siquiera se han marcado plazos para la redacción de los proyectos constructivos y para las obras ni asoma previsión oficial alguna.

AVE Teruel-Calatayud
Pero no sólo andan a paso lento infraestructuras acuñadas por el Gobierno de Zapatero. Otras que ya estaban en tramitación en tiempos en los que Francisco Álvarez-Cascos era ministro de Fomento se han quedado estancadas. Uno de esos casos era el AVE Teruel-Calatayud-Soria, concebido para que los turolenses tuvieran acceso a la línea del AVE hacia Madrid a través de la estación bilbilitana, para que Soria y Calatayud dispusieran de salida por ferrocarril hacia Valencia, y también como primer paso de un futuro corredor que apuntara hacia el Cantábrico. Una forma, en suma, de recuperar el histórico corredor ferroviario Santander-Mediterráneo, que ya existió en realidad muchas décadas antes de que Zapatero acuñara el término Cantábrico-Mediterráneo para referirse a su prometido AVE. El ferrocarril Santander-Mediterráneo fue cerrado por el Gobierno de González en 1985.
El caso es que hasta el cambio de gobierno del año 2004 se avanzó en la tramitación administrativa del tramo Soria-Calatayud. El PP dejó listos los estudios previos de trazado, pero en estos momentos aún no se dispone de los proyectos constructivos ni hay plazos para las obras. Ni para el tramo Soria-Calatayud y para el Calatayud-Teruel, a pesar de que también están en el vigente PEIT del Ministerio de Fomento.

Autovía Teruel-Cuenca
En cuanto a la autovía Teruel-Cuenca, está pendiente de que se pase de la declaración de impacto ambiental al trámite decisivo de los proyectos constructivos, licitación e inicio de las obras. El PP aragonés critica al PSOE que haya perdido cuatro años y haya «paralizado un proyecto que inició Álvarez-Cascos». El PSOE, sin embargo, echa la culpa al Gobierno valenciano al afirmar que los retrasos se han debido a la demora en la emisión de informes de impacto ambiental sobre el tramo que afecta a esa Comunidad.

Autovía Alcañiz-Mediterráneo
Para los populares, por su parte, no hay más que «excusas» para una obra que tampoco cuenta con un horizonte claro de obras, lo mismo que ocurre para la autovía entre Zaragoza, Alcañiz y el Mediterráneo. En campaña electoral, el PSOE volvió a insistir en que esta obra es una «prioridad» y que así es considerada en los planes de infraestructuras del Gobierno central.
El Partido Popular, sin embargo, asegura que también en este caso el proyecto no ha hecho más que quedar condenado a la lentitud, después de años de trabajos previos y de una planificación que heredó el Gobierno de Zapatero.
Los agentes socioeconómicos de Teruel, por su parte, subrayan que lo imprescindible es que salgan adelante de una vez estas infraestructuras. La plataforma ciudadana «Teruel Existe» no ha dudado en denunciar las promesas incumplidas.

El eje entre Calatayud y Daroca, sin fechas
Otra de las infraestructuras cuya tramitación se ha ralentizado ha sido la autovía entre Calatayud y Daroca. Fue incluida en el Plan de Infraestructuras del Gobierno del PP. Se realizaron los estudios previos de trazado. La fase de consultas previas y determinación del estudio de impacto comenzó en septiembre de 2001. Pero han hecho falta varios años para que el Ministerio de Medio Ambiente emitiera la declaración de impacto ambiental del proyecto. No llegó hasta el pasado 7 de noviembre, que fue cuando la publicó el BOE. Pero lo que sigue sin conocerse es cuándo se dispondrá de los proyectos constructivos ni cuándo se licitarán y comenzarán las obras. No se dispone de un calendario oficial al respecto y el Partido Popular teme que, al ritmo que ha seguido la tramitación en los cuatro últimos años, la espera que quede por delante hasta ver las máquinas trabajando puede ser más que considerable. Esta autovía unirá la A-2 con la Autovía Mudéjar. Cuando la diseñó, el Gobierno del PP anunció su intención de dar continuidad a esa autovía desde Calatayud hacia Soria y Burgos.