Se me ocurren una serie de sugerencia para quienes nos dedicamos, de un modo u otro, a la Historia, si queremos ser honrados y serios:
*.- Evitar una mente cuadriculada y dogmática.
*.- No ver las cosas en blanco y negro.
*.- Estar desposeídos de toda pedantería y engreimiento.
*.- No enfocar los asuntos siempre bajo los mismos criterios y esquemas.
*.- Al escribir, ser coherentes y consecuentes, para no admitir briznas y tragar camellos.
*.- Analizar los asuntos de manera imparcial y objetiva, procurando no tener la mente privatizada por ningún prejuicio ideológico.
*.- Dejar de lado la intolerancia, propia de neófitos y atrevidos.
*.- Evitar que los comentarios sean sesgados.
*.- No hablar o escribir sobre cuestiones importantes, sin antes descubrir dónde está el “quid” del asunto.
*.- Aceptar la opinión y la discrepancia de otros historiadores.
*.- Evitar la crítica facilona, populista, inmadura, simple y primaria.
*.- Huir de la manipulación y la falsificación.
*.- Al hacer un comentario sobre algún asunto, procurar no atraerlo a nuestra manera de pensar.
*.- Evitar divulgar ideas basadas en falsedades, tergiversaciones o medias verdades.
*.- Si hay algo en lo que no se está de acuerdo, evitar mentir o distorsionar.
*.- No contar la historia por “consenso”, hacerlo supone que, en vez de transmitir la verdad histórica, se transmitan valores y creencias que suelen tener objetivos no históricos.
*.-No resistirse a contrastar las propias ideas con las de otros historiadores que, de forma documentada, las impugnan.
*.-Al narrar un episodio histórico, procurar hacerlo de forma aséptica, buscando la concordancia con los hechos, dejando a un lado las propias emociones políticas.
*.-Dejarse de mitos y de “superioridad moral”. La Historia es como es.
*.-Sobre todo, razonar: “El que no quiere razonar es un fanático; el que no sabe razonar es un necio; el que no se atreve a razonar es un esclavo”.
Desde el convencimiento de que
*.-No lo sabemos todo.
*.-Nunca lo sabremos todo.
*.- Lo que sabemos nunca será definitivo.
*.-Siempre podemos saber más.
*.- La Historia no es un arma
*.- La mentira nunca es el motor de la Historia.
*.- La verdad nunca está en un sólo lado
*.- Siempre conviene escuchar a las dos partes.
¡Un Progama ambicioso!
También servirá como índice que nos permita calibrar a quien nos hable de cuestiones históricas.
miércoles, 9 de abril de 2008
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