El Gobierno se comprometió a poner en servicio todas las desaladoras en 2008
Una parte de España no tiene agua, ni trasvase de agua desde el Ebro a las regiones más necesitadas. Ni desde afluentes del Ebro. Tampoco tiene desaladoras, esas que suponían para el Gobierno socialista el perfecto antídoto contra el trasvase de la desembocadura del Ebro a las cuencas del Sur, Segura, Júcar y cuencas internas de Cataluña.
El Gobierno se comprometió por dos veces (2004 y 2005) a una serie de «actuaciones prioritarias y urgentes» para incrementar la disponibilidad de recursos hídricos a esas regiones. Prácticamente nada se ha hecho. Pero hay más. En verano de 2005, cuando la sequía empezaba a apretar, puso fecha a la puesta en marcha de más veinte desaladoras para acabar con el problema de la falta de agua: «Antes de terminar el año 2008». Y lo hizo por escrito.
El Ministerio de Medio Ambiente ha faltado a la verdad en lo que respecta, al menos, a esas dos decenas de plantas desaladoras repartidas por todo el arco mediterráneo que debían dar de beber al conjunto de la población e incluidas en el apartado de desalinización del programa AGUA (Actuaciones para la Gestión y la Utilización del Agua). Este programa «materializa la reorientación de la política del agua, mediante la explicación y difusión de las actuaciones concretas diseñadas para garantizar la disponibilidad y la calidad del agua en cada territorio», según el Ministerio.
Antes de la llegada del PSOE
En el campo de la desalinización, contemplaba «la ampliación y construcción de 21 instalaciones desalinizadoras de aguas de mar y salobres, y además incluye la puesta en marcha definitiva de las plantas de San Pedro del Pinatar, Carbnoneras y Marbella». Plantas éstas ideadas, aprobadas y construidas antes de llegar el PSOE al Gobierno en 2004. Eso sí, el Ejecutivio socialista cumple con dos ampliaciones ya realizadas, sobre las estaciones de Alicante y San Pedro del Pinatar, y de lo demás...
Lo mejor es remitirnos a un comunicado del Ministerio de Medio Ambiente de 29 de julio de 2005, sin quitar ni añadir ni una coma: «La planta de Valdelentisco (Murcia) y la ampliación de San Pedro del Pinatar (II fase) ya se encuentran en construcción, y la ampliación de Alicante y nueva planta de Alicante van a ser iniciadas en 2005. Los proyectos del resto de las plantas ya están en fase de redacción y, entre agosto y septiembre, serán sometidas a información pública las más avanzadas en su definición técnica, para que puedan ser licitadas a finales de este mismo año. En los primeros meses de 2006 se licitarán el resto de las plantas desalinizadoras, para que las primeras comiencen a entrar en servicio en 2007, y todas ellas antes de terminar el año 2008».
Sólo hay que añadir que la planta de Valdelentisco, que visitó la ministra Cristina Narbona recientemente, no ha podido entrar en servicio pese a estar construida ya que no funciona la línea de media tensión. «No funciona y tardará meses», asegura el Gobierno murciano. Y esa era la más adelantada. Entre esas veinte, ejemplos para todos los gustos, excepto para los que creyeron que los documentos del Ministerio eran ciertos. Les aportamos dos ejemplos: Costa del Sol y Oropesa del Mar.
El proyecto de desalación de la Costa del Sol no obtuvo declaración de impacto ambiental hasta el mes pasado, ya se ha hecho pública la convocatoria de adjudicación y el plazo para presentación de ofertas concluye el 25 de este mes. En lo que respecta a Oropesa del Mar, la convocatoria de la adjudicación del contrato se hizo pública en junio de 2007, con un plazo para presentación de ofertas hasta el siguiente 13 de agosto y un máximo de 18 meses de ejecución de obras.
Es evidente que una mayoría de las plantas desalinizadoras previstas por el Gobierno no entrarán en servicio antes de que acabe este 2008. Aunque Medio Ambiente insista en que trabaja «en la implantación de una nueva política del agua, con la que contribuye a resolver las necesidades de agua, al pasar de un regimen tradicional de gestión de los recursos a un nuevo modelo sostenible y racional, tanto desde el punto de vista de la planificación como de la ejecución de infraestructuras hidráulicas».
Plasmado en julio de 2005
Eran, esas desalinizadoras, actuaciones «de extraordinaria y urgente necesidad» cuando el Gobierno socialista derogó el Plan Hidrológico Nacional en lo que se refiere al trasvase del Ebro. Fueron, en lenguaje administrativo, calificadas de «prioritarias y urgentes». Y ese compromiso escrito quedó plasmado en julio de 2005: todas las plantas desalinizadoras entrarán en servicio «antes de terminar el año 2008». A la ministra Narbona le quedan menos de nueve meses para cumplir su compromiso.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario