El Pais.JEAN ORTIZ - Pau, Francia - 23/07/2011
Lector habitual de EL PAÍS, hijo de combatiente republicano y guerrillero en Francia, profesor en la Universidad de Pau, quiero expresarles mi malestar.
Aunque algo desgastados, hay mitos históricos que perduran en el tiempo. En lo que se refiere a la posguerra de España, es el caso de la "reconciliación entre hermanos", después del de la "guerra fratricida", como si los españoles tuvieran el gen del fratricidio.
La foto que publica EL PAÍS del 17 de julio, en primera página del suplemento Domingo dedicado al 75º aniversario de la sublevación del 18 de julio de 1936, y el reportaje que le sigue, han provocado en mí, hijo del exilio, de represaliados... una profunda desazón.
Tras las buenas intenciones, tras el encuentro de dos soldados de "bandos contrarios" (como si la República hubiese sido un "bando"), puede colarse el terrible "pasemos página". ¿Es posible pasar página sin que se haya hecho totalmente justicia, verdad y reparación?.
El cliché de dos abuelos que caminan tomados del brazo es suma y ambiguamente conmovedor. Aunque fuese involuntariamente, equipara República y fascismo y no da la razón a ninguna parte. No se trata aquí de atacar personalmente a nadie, sino de criticar lo que puede incidir, suscitar, una foto tan consensual y desmemoriada, que evacua la responsabilidad de la guerra, los antagonismos de clase, una transición sin verdadera y definitiva ruptura con el franquismo. Me parece esta foto aún más peligrosa en un momento donde la derecha trata de reescribir la historia y queda inacabada la "desfranquización".
El ecumenismo acarrea despolitización, desideologización. En nombre de un supuesto "equilibrio de la memoria", se contribuye a desequilibrar aún más la historia. La desmemoria ha tenido y sigue teniendo, para los españoles, para la democracia, para la necesidad de una nueva República, un coste político elevado.
sábado, 23 de julio de 2011
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