sábado, 13 de abril de 2013

Europa rechaza el uso obligatorio de una lengua sobre otra, mientras los expertos reclaman un debate solo pedagógico




¿Aprobaría la UE el modelo de inmersión lingüística de una hipotética Cataluña independiente?
Los expertos creen que «muy probablemente no».
Aunque hasta la fecha las autoridades europeas no se han pronunciado sobre el sistema en cuestión, la legislación internacional y la filosofía lingüística que impera en la UE conducen a pensar que Bruselas difícilmente validaría el modelo de la Generalitat.

Un derecho internacional
Un ejemplo de esta última opción es Luxemburgo, donde las clases se dan en luxemburgués, alemán y francés, que introducen gradualmente en este orden. Como ejemplos de doble red, Vilarubias alude a Finlandia (finés y sueco), Gales (inglés y galés) o Irlanda (irlandés e inglés), entre otros.
El derecho a la educación en lengua materna se articuló internacionalmente como derecho de la infancia hace más de medio siglo. Europa se rige en estas cuestiones por La Carta Europea de las Lenguas Regionales y Minoritarias (1992), que especifica que los hablantes de lenguas minoritarias deben poder educarse en su lengua materna, pero deja claro que «el sistema no ha de ser obligatorio para todos los niños» como es el caso de Cataluña.
Vilarrubias cree contraproducente la inmersión porque es «obligatoria». Rechaza también la atención individualizada y extender el bilingüismo a una aula, como recoge el TSJC: «Lo óptimo es una educación bilingüe para todo el sistema».

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