lunes, 29 de abril de 2013

Cuando ya no hay nada que decir lo mejor es decir la verdad.



España, un país más que pobre, empobrecido, no tiene respuesta para los que hacen tan poco ruido a pesar de estar tan cerca.
El mismo día en que sabemos que tenemos más de seis millones de parados Merkel pide subir los tipos de interés.
Ya vale. Quizás es la hora del conflicto y plantarse: quien evita los problemas los pierde, eso seguro.
La política que nos imponen terminará con nosotros, que ya hemos pagado por el pecado de creernos ricos sin serlo.
Robert Kennedy le dijo una vez a su hermano John, a propósito de la crisis de los misiles, que cuando ya no hay nada que decir lo mejor es decir la verdad.
Eso y no otra cosa espero de quienes gobiernan.
Digan la verdad, por favor. Aunque esa verdad no tenga remedio y el poeta siga preguntándose: ¿Cómo evitar el simulacro/ cómo vivir sin desvivirnos?

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