LA PETICIÓN DE archivo del chivatazo a ETA por parte del fiscal provocó ayer el primer enfrentamiento PSOE-PP a cuenta del terrorismo desde que se recuperó la unidad tras el proceso de paz. El escándalo no parece motivo para poner en peligro la unidad contra ETA. Sin embargo, los máximos dirigentes del PP exigieron ayer, con toda la razón, explicaciones al fiscal general del Estado y responsabilidades políticas a los ministros de Interior y de Justicia. Como bien dijo la portavoz del Grupo Popular, la petición de archivo de la causa significa que «o no se ha investigado bien o, lo peor, alguien está ocultando lo que pasó». La mejor prueba de la falta de fiabilidad de la investigación es lo que le dijo un comisario del operativo del bar Faisán, Enrique García, al jefe superior de Policía del País Vasco, uno de los sospechosos de haber dado el chivatazo: «No te preocupes, Baltasar es amigo». La frase está en el sumario y evidencia un cierto compadreo entre los policías y el juez, al que probablemente no sería ajena la Fiscalía, como en tantas otras ocasiones. No parece casualidad que el mensaje con el que García trató de tranquilizar al jefe de Policía del País Vasco, según declaró ante Garzón, provenga de un mando que ya se ha visto envuelto en episodios oscuros, como cuando desmintió ante el tribunal del 11-M la existencia de un informe que vinculaba a ETA con la masacre desvelada por el ex director de la Policía, Agustín Díaz de Mera.
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