EL RODILLO lingüístico del Gobierno catalán del PSC ha propiciado un nuevo episodio que no sólo es grave, sino que resulta esperpéntico: un instituto de Torrelles de Foix (Barcelona) ha enviado una circular a los padres de sus alumnos para tener una reunión junto a los profesores del centro.
El texto es bilingüe, pero no castellano-catalán, como impone la lógica, sino catalán-árabe. La dirección del instituto se justifica diciendo que se trata de una atención con los padres de alumnos inmigrantes, pero llama la atención que sólo uno de ellos es de origen magrebí.
No es, como pretenden hacer creer desde la dirección del centro, una medida integradora, sino un nuevo agravio comparativo con el castellano. Con su actitud, el PSC fomenta este tipo de atropellos lingüísticos en las aulas catalanas.
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