Con frecuencia tenemos noticias de profesores que sufren agresiones verbales y físicas por parte de alumnos y familias. Encima de que cobran poco, cada vez están más desprestigiados en su profesión. Un profesor de enseñanza primaria o secundaria, ha de tener muchos años de antigüedad y bastantes complementos para apenas llegar a los 2.000 euros al mes.
Si con algunas profesiones que no requieren muchos estudios se tienen mejores sueldos que como profesores, a pesar de ser personas con carreras superiores, ¿qué motivación pueden tener los alumnos a quienes no les gusta demasiado estudiar, para aprobar la ESO y seguir con el Bachillerato e ir a la Universidad? Y, ¿qué estímulos se les ofrecen a los titulados con buenas cabezas y cualidades para que se dediquen a la educación, si están mal pagados, desprestigiados, desautorizados por muchos padres y además sufren agresiones cada vez más frecuentes de los hijos?
El fracaso escolar que padecemos no es sólo cuestión de planes de estudios, ni se soluciona alargando la escolaridad hasta los 18 años.
Si con algunas profesiones que no requieren muchos estudios se tienen mejores sueldos que como profesores, a pesar de ser personas con carreras superiores, ¿qué motivación pueden tener los alumnos a quienes no les gusta demasiado estudiar, para aprobar la ESO y seguir con el Bachillerato e ir a la Universidad? Y, ¿qué estímulos se les ofrecen a los titulados con buenas cabezas y cualidades para que se dediquen a la educación, si están mal pagados, desprestigiados, desautorizados por muchos padres y además sufren agresiones cada vez más frecuentes de los hijos?
El fracaso escolar que padecemos no es sólo cuestión de planes de estudios, ni se soluciona alargando la escolaridad hasta los 18 años.
RICARDO AGUILAR ALONSO - Húmera-Pozuelo de Alarcón, Madrid - 12/11/2009 El País.
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