lunes, 4 de agosto de 2008

Decálogo para afrontar la no-crisis


Por Pablo Molina
Los enemigos de la humanidad, que no creen en el talante, el mestizaje, la tolerancia y la ampliación de derechos como ejes fundamentales de la actuación política de los gobiernos realmente progresistas, insisten en que estamos inmersos en una crisis de proporciones alarmantes.
Y eso que Z les ha repetido hasta la saciedad el ideario del partido socialista, según el cual:

A) No hay crisis.

B) Si hay crisis, no es nada profunda, sino una dificultad pasajera.

C) En todo caso, si hay crisis es culpa de:

C.1) Bush, por organizar la guerra de Irak.

C.2) Aznar, por apoyar a Bush.

C.3) El capitalismo salvaje promovido por los norteamericanos.

C.4) Los votantes del PP, por extender el pánico.

D) En el caso de que la crisis sea real y no una invención de la derecha, el Gobierno está haciendo todo lo necesario para solucionarla.

E) Si finalmente se descubriera que hay crisis, y que es grave, los únicos perjudicados serán los ricos, que perderán millones y millones de euros. Los pobres que votan a Zapatero, lo más que pueden perder son los doscientos mil perifollos que les costó la vivienda, pero a cambio van a tener un lugar preferente en la lista del paro y derecho a casarse si son homosexuales.

F) Por si las medidas recogidas en el punto E) no fueran suficientes, el Gobierno tiene la firme voluntad de solucionarles la vida convirtiéndolos en funcionarios.
Lo de la supuesta crisis, conviene insistir, es probablemente una invención de los votantes de la derecha extrema, que, obsesionados por el vil metal, prefieren tener dinero para pagar la hipoteca en vez de que los homosexuales puedan adoptar trillizos probeta o que las niñas puedan utilizar, en estupendos y confortables públicos, el aborto libre como método anticonceptivo.

La derecha reaccionaria, extrema e insolidaria es así. Prefiere el bienestar de la propia familia a la ampliación de derechos para las minorías marginadas. Si por ella fuera, el dinero que el Gobierno destepaís regala a las dictaduras del Tercer Mundo para acabar con los océanos de injusticia en los que crece el terrorismo internacional se utilizaría para arreglar los problemas domésticos: por ejemplo, para bajar los impuestos a las clases medias.

La derecha no tiene remedio. Si se empeña en que hay crisis, al final va a somatizar la mentira de tal manera que la sufrirá en sus carnes como si fuera real. Los progresistas, en cambio, son optimistas antropológicos que confían en la solvencia intelectual, moral y política de un consejo de ministros integrado por gente como Moratinos y Bibiana Aído, sin ir más lejos.No obstante, ante el riesgo de que pudiera haber algo de cierto en la campaña de histeria colectiva desatada por la derecha y sus medios de comunicación acerca del inminente batacazo de la economía, nos permitimos ofrecerle un decálogo que le facilitará un tránsito amable por estas pequeñas dificultades pasajeras (producto de una ligera desaceleración mundial a causa de la guerra de Irak, como dice Pepiño, que de economía y geopolítica sabe un huevo).

Apunte:
1) Repítase cada mañana, nada más levantarse, el siguiente mantra: "No hay crisis".

2) Si tiene hijos mayores de 18 años, oblíguelos a preparar unas oposiciones facilitas.

3) Antes de llevar a cabo la medida del punto anterior, afílielos al PSOE y a la UGT.

4) Vea únicamente los informativos de La Secta y lea solamente El País (o el boletín diario de Preescolar, si es que lo encuentra en el kiosko).

5) Si no puede pagar la hipoteca, piense en los ricos empresarios e imagíneselos sin poder veranear en Sotogrande. Eso sí que es una putada.

6) Monte una ONG y preséntese a los varios miles de convocatorias que mensualmente organizan las instituciones estatales, autonómicas y locales para conceder subvenciones.

7) Disfrácese de alternativo o de luchador-por-un-mundo-más-justo y okupe el chalé del vecino (antes de que se lo quede el banco).

8) Pida a tres vecinos con hijos recién nacidos que le presten los bebés y acuda a Hacienda a pedir los 7.500 euros correspondientes. Diga que su señora acaba de tener trillizos.

9) Acuda cada mañana bien temprano a la cola del INEM: con un poco de suerte le harán funcionario.

10) Si nada de lo anterior le funciona, emigre a Cuba. Allí las dificultades financieras internacionales pasan inadvertidas.

Y, en todo caso, no pierda la confianza en Z y su equipo. Ellos trabajan para que usted sea feliz. Lo único que debe hacer es modificar su idea de la felicidad y transformarla en algo más trascendente. ¡Qué importa que el banco se quede con su casa, o que tenga que cerrar su pequeño comercio: usted vive en un país que es la envidia del mundo mundial por su compromiso con los valores eternos del progresismo: el mestizaje, el talante, la tolerancia, la paz perpetua y la fraternidad universal! ¿Acaso no le parece suficiente, pedazo de facha?

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