miércoles, 14 de mayo de 2008

Práctica de Alianza de Civilizaciones


De la Vega, "horrorizada" por una fotografía con un polígamo y sus esposas.

La vicepresidenta del Gobierno posó con el capataz de una fábrica en Níger creyendo que eran sus hijas. Estuvo de visita oficial en Níger y de ahí se va a volver con un recuerdo, en forma de fotografía, que le "horroriza".
Es la imagen de María Teresa Fernández de la Vega posando con un empresario local y sus tres esposas. Nada más saber que las otras protagonistas de la foto no eran hijas del hombre en cuestión sino sus tres mujeres, fuentes próximas a la portavoz del Ejecutivo se han apresurado a explicar que De la Vega se encuentra "horrorizada".
Ramón Carrión, que lleva 12 años en Niger, da trabajo directamente hasta 500 mujeres, pero hay otras 3.000 personas que trabajan en explotaciones agrícolas en el cultivo de la chufa, de las que aproximadamente el 80% son mujeres. Las mujeres trabajan a destajo, de manera que pueden emplear las horas que sus trabajos domésticos les permitan, aseguró el empresario, que contó que reciben un salario de unos 600 francos nigerinos (aproximadamente 1,5 euros) por cada saco de 80 kilos de chufa que seleccionan.
El posado se ha producido tras una visita de la número dos del Ejecutivo a un centro de procesado y selección de chufas que ha puesto en marcha el emprendedor valenciano.
Una vez recorridas las instalaciones del centro, en el que trabajan unas 200 mujeres nigerinas, el empresario español ha expresado a De la Vega el deseo de su "hombre de confianza" de posar para una foto junto a ella con sus tres mujeres y algunos de sus 18 hijos, a lo que la presidenta ha preguntado si realmente eran sus esposas. En Níger, donde el 99 por ciento de la población es musulmana, la poligamia forma parte de su cultura-

La dirigente del PP, Ana Pastor, "salvó" a Bibiana Aido y Leyre Pajín de una foto comprometedora de la que no pudo librarse la vicepresidenta.
Quedará como la imagen del viaje oficial con motivo del III Encuentro España-África: "Mujeres por un Mundo Mejor", la de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, posando con un empresario nigerino y sus tres esposas. La visión de un polígamo o, mejor dicho, su cercanía física, la de él y la de sus mujeres, horrorizó a la "número dos" del Ejecutivo y terminó por estropearle no sólo la visita a un centro de chufas puesto en marcha por un valenciano, sino el periplo en su conjunto.
Y la cosa pudo ir a más, según reconocen fuentes del Ejecutivo. La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, y la secretaria de Estado de Cooperación, Leire Pajín, también se dispusieron a unirse a la polémica foto, pero finalmente se quedaron en un discreto segundo plano. Aído y Pajín reaccionaron a tiempo gracias al buen ojo de la aún secretaria de Política Social del PP, Ana Pastor, que advirtió a la secretaria de Estado de que las protagonistas de la inminente instantánea no eran hijas del hombre en cuestión, como se creían, sino su harén.
La dirigente popular evitó una polémica mayor, pero al mismo tiempo Bibiana Aído y Leire Pajín dejaron vendida a Fernández de la Vega. Y es que la "jefa" se quedó sola posando con la "familia" del nigerino. Sólo una vez plasmada la imagen, doña María Teresa supo que el sonriente hombre era un polígamo. Una práctica común en Níger, uno de los países más pobres de África, que puso en un serio aprieto multicultural a la vicepresidenta y su firme conciencia igualitaria. La encerrona transcurrió muy rápido, muy deprisa. En apenas unos segundos le hicieron la foto y el grupo se deshizo.
En el supuesto de que María Teresa Fernández de la Vega se hubiera enterado de que eran esposas del nigeriano, su margen de maniobra era muy escaso y casi hubiese parecido una descortesía que, en ese trance, se negase a que le tomasen la imagen. La de Níger pretendía ser la tercera edición de una iniciativa consolidada tras las conferencias celebradas en el año 2006 en Maputo, Mozambique, y en 2007 en Madrid. En ambos encuentros se adoptaron resoluciones que ya han dado lugar a acciones y proyectos concretos que están contribuyendo a mejorar la situación de las mujeres africanas.
Choque de civilizaciones en Níger
Sin embargo, esta cuestión, pese a no ser un problema menor, no es el tema que más preocupa a los ciudadanos de Níger, que sobreviven en su mayoría con menos de un euro y medio al día y tienen una esperanza de vida de apenas 45 años debido a la malnutrición y la falta de condiciones sanitarias que prevengan enfermedades como el cólera y la meningitis. «La falta de trabajo y de recursos es lo que hace aquí la vida más difícil, no mi condición de mujer», afirmaba una viuda, madre de siete niños, que vive de plantar la chufa y venderla a esta empresa española para su posterior importación a nuestro país.

El Gobierno no es ajeno a ello y, por esta razón, la vicepresidenta aprovechó la jornada de ayer para mantener una reunión multilateral con los seis países más pobres de África -Níger, Burkina Faso, Sierra Leona, Guinea Bissau, Malí y Benin-. Durante el encuentro, Fernández de la Vega comprometió 60 millones de euros para apoyar a estas naciones en la lucha contra la crisis alimentaria y el cambio climático. La primera partida que enviará España será de unos 25 millones de euros para paliar la situación de falta de alimentos.

Un diálogo imposible
Se ha celebrado en Bali la tercera edición del «Global Intermedia Dialogue» en la que los gobiernos de Indonesia y Noruega convocan a un centenar de periodistas de los cinco continentes para discutir sobre diálogo y acercamiento de civilizaciones. Gran desencanto. Si hace dos años (Ver «Diálogo en tierra del Islam», ABC, 06-09-06) mostrábamos entusiasmo por un foro como éste, dos años después la decepción no puede ser mayor. Al final, prima el pensamiento único.
El tono dominante es el de que todas las civilizaciones valen por igual y nada tenemos que predicar unos a otros. Enternecía escuchar a la reportera de una gran agencia de noticias norteamericana explicar cómo los talibanes hacen tanto por los afganos de zonas remotas y cómo los occidentales somos incapaces de entender su benéfica acción. Su petición de que no se hable de «terrorismo islámico» fue acogida con amplio respaldo, por más que fue contestada por algunos como el representante de una de las grandes cadenas de radio globales que argumentó que si en su emisora está prohibido emplear el término terrorista para definir a nadie, a ver qué término va a emplear ahora para hablar de la «Jihad Islámica» si no puede decir que es ni terrorista ni islámica.
Entre las escasas voces disonantes destacó la de una periodista magrebí que denunció ante el pleno la intervención del representante de Al-Jazira por el doble lenguaje de la emisora: el que emplea en sus emisiones en árabe, de corte claramente fundamentalista, y el de sus emisiones en inglés, mucho más «políticamente correcto». El hombre de la emisora de televisión qatarí se atrevió a decir que el mensaje está modulado para el público al que va dirigido y allí se pasó página con gran presteza.
Con los años estos foros van demostrando -al menos algunos lo vemos así- que el diálogo descubre brechas cada vez mayores. Será pura coincidencia, pero tras tres ediciones de este «diálogo» que los ministros noruego e indonesio reconocieron como «lleno de éxito», el foro no se volverá a reunir en su formato actual. Los sufridos contribuyentes de ambos países lo agradecerán.

De la Vega no logra en Níger la condena explícita de la ablación y la poligamia.
La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, abandonó ayer Níger con el objetivo casi cumplido: que la Declaración de Niamey incluya una referencia sobre la introducción en las legislaciones africanas de la prohibición de determinadas prácticas discriminatorias contra la mujer. Si bien el texto no hace una referencia explícita a la ablación y la poligamia -como hubiera preferido el Gobierno-, las delegaciones participantes en el encuentro han acordado «por primera vez» que las mujeres parlamentarias de España y África se reúnan anualmente para impulsar iniciativas legislativas contra estas prácticas abusivas.
«Es importante que hayamos tomado esa determinación, ya que es un tema imprescindible para avanzar en mejorar las garantías de los derechos fundamentales de las mujeres y para que no se les impida el ejercicio de su libertad y autonomía», señaló De la Vega durante una rueda de prensa, al término del III Encuentro España-África: «Mujeres por un mundo mejor», que la ha traído hasta Niamey en su primera visita oficial. Y para ello, la vicepresidenta no dudó en ensalzar una vez más, desde que pisó tierras africanas, los méritos de su Gobierno con la ley «vanguardista» de igualdad.
La realidad de África es otra
A su lado estaba la ministra de Asuntos Exteriores de Níger, Aichatou Mindaoudou, quien al explicar la complejidad de este problema tan enraizado «en costumbres perniciosas» de la sociedad, hizo una vez más tomar cuenta al Gobierno de la dura realidad de África.
La ministra nigerina explicó que en su país hay leyes que ya penan delitos como la ablación y que, sin embargo, se siguen llevando a cabo de «forma oculta» en las aldeas. «El problema no son las leyes, sino su aplicación», aseguró la ministra, quien reveló que entre los problemas más graves de la conculcación de derechos de las mujeres están «los matrimonios prematuros y forzosos». «Las jóvenes -dijo- se ven obligadas a casarse sin llegar a la mayoría de edad y por ello no son libres para no optar por la poligamia». Más que las normativas, lo que hace falta es que el «contexto esté preparado, tiene que haber un trabajo de fondo. Las costumbres no son algo que se pueda borrar de repente», insistió.
Pese a que este tema centró las últimas horas del encuentro, la vicepresidenta Fernández De la Vega también anunció, entre los acuerdos alcanzados, la creación de un fondo para impulsar políticas de género -en el que todos los países interesados podrán convertirse en donantes- y al que España aportará 50 millones de euros. Se llamará Fondo Multidonante y estará gestionado a través de Unifem (el Fondo de Desarrollo de Naciones Unidas para la Mujer).
El fomento del español en territorios africanos también fue otra de las cuestiones que se acordaron en la Declaración de Niamey. Esta tarea estará a cargo del Instituto Cervantes, que abrirá diversas aulas para enseñar español en diversas universidades africanas. La primera se inaugurará en Senegal antes de la próxima cumbre, que tendrá lugar el año que viene en Namibia y que dará paso a la de Valencia, en 2010. Le seguirá un centro de formación en Malí, en 2009, y otros sucesivos en diferentes países africanos.

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