jueves, 22 de mayo de 2008

Miles de maestros andaluces piden en la calle que la Junta no los «compre» a cambio de aprobados.


Miles de profesores andaluces de todos los niveles de enseñanza se echaron ayer a la calle para pedir la retirada del Plan de Calidad y Mejora del Rendimiento Escolar, los conocidos incentivos de 7.000 euros.
La manifestación, que en Sevilla (también hubo concentraciones en otras capitales) colapsó el tráfico, fue seguida por varios miles de profesores convocados por los sindicatos APIA, CGT, SADI, USTEA y SIEP.
Aunque la Junta de Andalucía se empeñara en asegurar que se trataba de una concentración que partía de sindicatos minoritarios, los manifestantes eran miles (10.000 según dijo alguno de los convocantes y 3.000 según la Policía).

Los manifestantes mostraron su enfado y las críticas a un plan que, según los convocantes, no es más que un intento de que los profesores «maquillen las cifras y los datos» del fracaso escolar. Reiteran su petición de retirar el Plan.

Desde CGT, el responsable de la federación de enseñanza, Joaquín Martínez, criticó el escaso talante negociador de la nueva Consejera, la socialista Teresa Jiménez, «que no ha sido capaz de hablar con nosotros ni para parar la huelga» pese a que, según dijo, se lo habían pedido «por activa y por pasiva».

Desde USTEA, el responsable de acción sindical, Jesús Marín afirmó que lo que pretende la Junta de Andalucía con esta orden es «mercantilizar la enseñanza» dando un «plus» de productividad a los maestros y «echándolos a pelear entre ellos»..
Desde APIA, su coordinador institucional, Juan Guzmán, calificaba de «intento de soborno» la orden de incentivos y aseguraba que, pese a que la Consejería niegue que se trate de un intento de pagar a los maestros que aprueben más, la citada orden no habla de reducción de ratio en los colegios ni del aumento de plantillas de profesores. «La orden sólo dice que a los que aprueben más le dan más dinero», recalcó el representante de APIA.
«Cabreo, cabreo y cabreo». Así resumía otro de los manifestantes el sentir de los maestros a los que en Torretriana, sede de la Consejería de Educación, nadie recibió pese a que leyeron un manifiesto expresando su malestar por un plan que sólo ha sido apoyado por el 35 por ciento de los centros y que, según dicen, «es una agresión a la demostrada profesionalidad y buen hacer» de los maestros.

Mientras la jornada de paro transcurría sin incidentes, la Consejera aprovechaba su acto del día, una comparecencia ante la comisión parlamentaria en la que explicaba las líneas de su gestión, para dejar muy claro que no tiene intención de cambiar de política. Así, Teresa Jiménez dijo ante la comisión parlamentaria de Educación que no dará «el golpe de timón» que le solicitaba la oposición porque «los cambios bruscos no son buenos en Educación».
Para Jiménez, la actual Ley de Educación de Andalucía es la herramienta apropiada para lograr «una educación de calidad y en igualdad de oportunidades». Y eso que tanto Santiago Pérez, diputado del PP, e Ignacio García, parlamentario de IU, le pidieron un cambio para salvaguardar el sistema educativo. o para evitar que la demanda de la educación concertada sea sea superior a la pública. Asimismo le echaron en cara a la titular de Educación que el gasto medio por alumno (4.211 euros) sea muy inferior al de otras comunidades.
Pero Jiménez negó la mayor. Dijo que no es cierto que se haya desatendido la educación pública y afirmó que «las excepciones no son la foto real» del sistema educativo. «No hagan de la excepción noticia ni contribuyamos con nuestras palabras a dar una impresión catastrofista», recalcó en comisión parlamentaria para titular de Educación.
Jiménez también se refirió al paro de ayer al asegurar que «carece de sentido» ya que la homologación retributiva del profesorado ya fue firmada el lunes con los sindicatos y porque el Plan es «voluntario» y no persigue «comprar al profesorado» con 7.000 euros.

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