Luis María ANSON
En una excelente editorial, El Mundo
subraya “la dramática resaca del festín de las Cajas”. En España no ha habido
crisis bancaria. Los Bancos españoles están reconocidos por las altas
instancias internacionales entre los mejores del mundo. Lo que ha hecho crisis
son varias Cajas, gestionadas por políticos y sindicalistas y no por
profesionales expertos. Al rescate de cifras abrumadoras con el que se ha
evitado el desmantelamiento de esas Cajas se suman las pérdidas copiosísimas
que zarandean a los poseedores de preferentes, así como las otras pérdidas
acongojantes de los que adquirieron acciones de Bankia, es decir de Caja
Madrid, a 3´75 euros y que ahora están valoradas a 1 céntimo.
Si todo esto enerva a la opinión pública
¿para qué hablar del escándalo de los eres? La juez Alaya ha dejado claro que,
además de políticos y empresarios, se han forrado a costa del dinero público
destinado a los trabajadores, varios dirigentes sindicalistas. La juez ha
escrito que “miembros de UGT y CC.OO buscaban empresas en crisis para
incrementar el negocio”.
Si queremos salvar el sistema
constitucional, los partidos políticos y las centrales sindicales deberán
regenerarse a través de la democratización interna, aparte de aceptar que el
Congreso apruebe una ley con este texto: “Ningún partido político, ninguna
central sindical, podrán gastar un euro más de lo que ingrese por las cuotas de
sus afiliados”.
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