Dónde
invertir para evitar quitas ante un rescate financiero
efe
El
caos en Chipre ha devuelto a muchos ciudadanos europeos el miedo a perder sus
ahorros. Una vez más, la crisis ha hecho realidad algo que hasta hace unos días
era impensable: un corralito en un país de la Unión Europea. Los ahorradores
chipriotas han sufrido durante casi dos semanas el cierre de sus bancos y
fuertes restricciones en el acceso a sus ahorros. Además, los depósitos
superiores a 100.000 euros en las entidades que serán reestructuradas sufrirán
una quita de elevadas proporciones. En este contexto y con los erráticos
movimientos de las autoridades europeas, la desconfianza más instintiva y
dañina para el sistema financiero ha vuelto a resurgir: la del ahorrador frente
a la banca.
Se
ha puesto en entredicho el activo más básico de una entidad: los depósitos. Han
sido vendidos como "los más aptos para los inversores más
conservadores", y ahora la Unión Europea quiere que los grandes
depositantes de entidades con problemas paguen con parte de sus ahorros el
rescate de sus bancos. Y no sólo en Chipre, la idea podría extenderse a futuros
rescates. ¿Veremos algo así en España?
Para
Miguel Ángel Rodríguez, de XTB, "la posibilidad de que algo así suceda en
nuestro país es muy baja. El depósito no es un producto de inversión y está
protegido por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). Nunca en la historia los
depositantes han perdido dinero en nuestro país. Aquí ha habido cajas quebradas
y a nadie le han tocado los depósitos".
En
España, el acuerdo al que llegó el Gobierno para recibir el rescate a la banca
no incluye a los depositantes entre los grupos que deben asumir el coste del
salvamento de una entidad. Pero Miguel Ángel Bernal, del IEB, cree que en un
contexto tan cambiante no hay nada descartable. Ni la quiebra de algún banco.
Protección
¿Qué
alternativas seguras le quedan a un ahorrador ante una situación en la que los
depósitos por encima de 100.000 euros no están garantizados?
Una
gestión más activa del ahorro es la única manera de asegurar su protección.
Bernal aconseja como primera medida repartir los depósitos entre distintas
entidades. "Que ninguno supere los 100.000 euros", advierte. Es
la barrera clave. A partir de esta cifra, los depósitos nunca han estado
protegidos.
Además,
teniendo en cuenta que la protección del FGD se limita a una persona y entidad,
convendría distribuir el ahorro a nombre de personas de confianza, teniendo
siempre en cuenta el límite de 100.000 euros.
Otra
alternativa, aunque con algo más de riesgo, puede ser apostar por deuda pública
a corto plazo. Bernal cree que la deuda pública a corto plazo puede ser una
opción atractiva para un ahorrador con más de 100.000 euros en su haber: repos
o letras a tres y seis meses. "Los horizontes no deberían superar los 12 ó
18 meses", señala Bernal.
Por
otro lado, en las últimas semanas está creciendo la oferta de seguros de
ahorro. Los expertos consultados los consideran una alternativa similar a los
depósitos. Solo que en este caso no es el FGD quien protege el capital
invertido, sino el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS).
Posibles
quitas en base al producto
Los
productos financieros que estarían afectados por una futura quita serían en
todo caso, los depósitos. En relación a los fondos de pensiones, a pesar de que
no están protegidos en España por el Fondo de Garantía de Depósitos, no
existirían problemas ya que no están considerados como depósitos y tampoco se
verían afectados por un posible rescate.
Cuentas
y depósitos. Están dentro del balance, pero en caso de bancarrota los primeros
100.000 euros están protegidos por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD).
Gracias
a ello, suponen la mejor opción para el pequeño ahorrador, aquel que no supere
el límite garantizado. Su rentabilidad ha perdido atractivo en los últimos
meses, pero hay entidades que ofrecen tipos por encima de la inflación,
actualmente en el 2,4%. Es posible encontrar imposiciones entre el 2,75%y el
3,5% TAE. Eso sí, si nuestro ahorro supera los 100.000 euros, es importante
distribuirlo entre diferentes bancos y a nombre de distintas personas de
confianza. La cobertura del FGD es por entidad e individuo.
Por
otro lado encontramos los seguros de ahorro, similares a los depósitos. Muchos
bancos los comercializan, pero no suelen estar en su balance. Pueden pertenecer
a una aseguradora externa, cuya identidad, solvencia y procedencia conviene
confirmar antes de contratar. Algunos ofrecen rentabilidades del 3% y los de
grupos españoles están protegidos por el Consorcio de Compensación de Seguros.
Fondos
de inversión. Están fuera del balance
del banco, pero hay mucha variedad y un pequeño ahorrador debería acudir a los
más conservadores (monetarios, renta fija a corto...). ¿Ventajas? Con una orden
se puede recuperar el dinero invertido en 72 horas y su patrimonio está
protegido por ley. Aquí conviene diferenciar entre el grupo que comercializa el
fondo del que lo gestiona y del depositario. Si caen los dos primeros, no
habría ningún problema para el ahorrador. Si quiebra el depositario, la
legislación estipula que el patrimonio del fondo debe pasar a otro grupo, por
lo que el partícipe no pierde dinero. Eso sí, a la hora de recuperar la
inversión hay que vender a precio de mercado y se puede incurrir en pérdidas.
Además, mucho cuidado con los fondos que se venden como «garantizados», pueden
contener mucha letra pequeña.
Renta
fija. Está fuera del balance del
banco (si no está emitida por la propia entidad), pero supone un riesgo mayor
que un depósito, ya que no hay un fondo que cubra la quiebra del emisor. Y en
caso de querer salir antes de vencimiento habría que vender a precio de mercado
y podría haber pérdidas.
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