jueves, 7 de marzo de 2013

No es lo mismo predicar que dar trigo.



IU debe 1,2 millones a Hacienda por no pagar retenciones del IRPF
La federación madrileña está negociando esta deuda con el Ministerio, aunque el partido encabezado por Cayo Lara no descarta que otras hayan realizado «trampas» fiscales
06 de marzo de 2013. 03:06h Rodrigo Pinedo.  Madrid.
Izquierda Unida (IU) de la Comunidad de Madrid mantiene una deuda de 1,2 millones de euros con el Ministerio de Hacienda por el impago de varios impuestos hasta 2009, tal y como ha reconocido la propia federación a LA RAZÓN.
Según incide, actualmente está negociando las condiciones de la misma y debe realizar un primer depósito de 300.000 euros para que el departamento capitaneado por Cristóbal Montero proceda a su aplazamiento. Cerrar este asunto que llevan arrastrando durante años, se ha convertido ahora, siempre de acuerdo con su versión, en una «prioridad absoluta» y les ha obligado a recurrir a entidades financieras en busca de crédito, ya que las subvenciones públicas y las cuotas que abonan sus afiliados no son suficientes para cubrir este desembolso y sus gastos cotidianos.
La mayor parte de la deuda contraída se debería a que la federación madrileña no pagó durante años las retenciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) de sus empleados a Hacienda. Este extremo, según expertos en derecho fiscal consultados por este periódico, es muy fácil de detectar. De hecho, en los casos en los que la empresa –en este supuesto el partido– realiza las retenciones pero no las ingresa, el fraude se descubre en el momento en el que el trabajador realiza su declaración de la renta.
Para quitar hierro a esta deuda pendiente, el brazo de IU en la Comunidad de Madrid resalta que ya ha zanjado la deuda que tenía con la Seguridad Social, que según algunas fuentes ascendía a 1,1 millones de euros, y que ahora paga «correctamente» lo que debe pagar a las distintas administraciones públicas.
Sin embargo, estas «trampas» fiscales podrían no ser las únicas que la formación liderada por Cayo Lara practica a lo largo y ancho del país. Fuentes del propio partido asumen que, aunque la estructura federal está «al corriente de sus pagos», es posible que se produzcan casos como el de Madrid en otras federaciones porque son ellas las que se ocupan de «estos asuntos».
Sorprende que el partido sea consciente de que dentro de su casa puede haber quien no pague correctamente sus impuestos, cuando su coordinador federal ha convertido la lucha contra el fraude fiscal en uno de sus principales argumentos de batalla y aprovecha cualquier tribuna pública para arremeter contra los evasores. Así lo demostró en una entrevista en la Cadena Ser el pasado mes de abril, en la que aseguró que «ningún Gobierno ha querido hincar el diente al fraude fiscal», o en su intervención en el reciente Debate sobre el Estado de la Nación, durante la que reclamó que se combatiese «sin contemplaciones» esta práctica, sobre todo de grandes empresas y evasores.
La posibilidad de que los propios partidos evadan impuestos es una cuestión que ha hecho correr ríos de tinta durante la última semana, después de las declaraciones de Montoro en la sesión de control en el Congreso. Al ser preguntado por sus palabras sobre las obligaciones fiscales de algunos actores, el ministro de Hacienda dejó entrever que algunos políticos podrían no estar pagando todos los impuestos que deben. «Lo deberían entender todos, todos los adversarios políticos y todos los grupos donde fielmente deberían pagar también sus impuestos, porque todos tenemos que pagar fielmente los impuestos con la Hacienda pública», indicó.

El Tribunal de Cuentas alerta de que IU impide fiscalizar sus balances
Señala en su último informe que «la falta de presentación de los estados financieros limita la fiscalización»
Cayo Lara reconoce la deuda de 1,2 millones con Hacienda pero lo tacha de «cortina de humo» del PP.
«La falta de presentación de los estados financieros de parte de las organizaciones territoriales federadas, lo que contraviene la ley de financiación de partidos, supone una importante limitación al alcance de la fiscalización de la actividad económico-financiera correspondiente al ejercicio 2007». Ésta es la valoración que hace el Tribunal de Cuentas de la «representatividad de los estados contables rendidos» por Izquierda Unida (IU) en su último informe de fiscalización de partidos políticos.
En él, detalla que las federaciones de Cantabria, Galicia, Castilla y León y La Rioja ni siquiera presentaron sus cuentas de 2007 y que otras doce –de un total de 18– las remitieron fuera de plazo. Dentro de éstas, figuran las ramas de IU en Andalucía, Valencia, Ibiza y Formentera, que hicieron llegar la información con un «importante retraso», por lo que los resultados de su examen se incluirán en el informe de 2008, que se presentará este año. Según recalca el órgano fiscalizador, estos hechos le impiden «valorar adecuadamente los posibles efectos sobre las cuentas anuales del partido y, en consecuencia, expresar una opinión sobre la representatividad de las cuentas rendidas».
 En el mismo documento, el tribunal advierte de que la formación, entonces liderada por Gaspar Llamazares, tampoco le entregó «estados consolidados entre las diferentes federaciones y la Ejecutiva Federal», una circunstancia que, según señala, también supone un incumplimiento de la ley de financiación de partidos. Además, alerta de que los estados rendidos tampoco incluyen «la actividad de la organización territorial municipal», ni la de varios de los grupos de IU en las cámaras autonómicas en las que tiene representación.
 A lo largo del informe, el Tribunal de Cuentas realiza varias observaciones más sobre las cuentas de IU y, por todo ello, no es de extrañar que el nombre de la formación que actualmente encabeza Cayo Lara sea uno de los más repetidos en el apartado de «Conclusiones y recomendaciones». Por ejemplo, en la primera de sus observaciones, el órgano fiscalizador subraya que, a pesar de que todas las formaciones con representación en el Congreso les facilitaron sus cuentas anuales de 2007, los datos entregados por IU están incompletos.
La duda que queda ahora es si el partido habrá prestado atención a estas apreciaciones y, en sucesivas rendiciones de cuentas, habrá facilitado la labor del órgano fiscalizador. Vistos los antecedentes, parece complicado. La falta de claridad de las distintas federaciones de IU no sólo se observa en el informe de 2007, sino que es una constante que se ha repetido durante años. Desde el año 2000, fecha desde la que hay informes accesibles en la página web del Tribunal de Cuentas, éste siempre ha lamentado la falta de cuentas individualizadas de numerosas federaciones, ya que esta circunstancia «supone una importante restricción para evaluar la actividad económico-financiera» de IU.
 Así, tanto en 2000 como en 2001, ninguna de las federaciones presentó sus cuentas individualizadas. En 2002, las de Murcia y Cantabria fueron las únicas en hacerlo. Un año después, en 2003, las federaciones de estas dos CC AA repitieron y facilitaron sus datos dentro del plazo, mientras que las de Andalucía, Asturias, Baleares, Castilla-La Mancha y Extremadura lo hicieron más tarde. Ese año, once federaciones no hicieron llegar sus cuentas al tribunal. Esta cifra se vio reducida en 2004 a las organizaciones de Cantabria, Cataluña, La Rioja y Valencia. Entonces, Castilla-La Mancha y Galicia fueron las que facilitaron su información dentro de la fecha dada, mientras que las once restantes cumplieron tarde su compromiso. En 2005, 14 federaciones presentaron sus cuentas tarde y las de Madrid, La Rioja y Valencia ni siquiera lo hicieron. En 2006, 14 las presentaron tarde y las de Castilla y León, Ibiza y Formentera, La Rioja y Valencia ni las facilitaron. Lo dicho, una constante que puede dar pie a situaciones como la que ayer publicaba LA RAZÓN.

Lara dice que es una «cortina de humo del PP»
El coordinador federal de IU, Cayo Lara, confirmó ayer la información publicada por LA RAZÓN y reconoció que la federación madrileña adeuda 1,2 millones de euros a Hacienda, al tiempo que recalcó que esta deuda se está negociando. No obstante, aprovechó para lavarse las manos y afirmar que la organización que él representa «no debe ni un duro». Es cierto que, tal y como adelantó este periódico, la estructura federal que capitanea no parece tener deudas con Hacienda, pero también lo es que el coordinador federal de IU debería tener algo de control sobre las federaciones. Asimismo, Lara volvió por sus derroteros habituales e indicó que la revelación de esta deuda responde a una estrategia del PP para «lanzar una cortina de humo y desviar la atención de la opinión pública». Sea como fuere, sí que llamó la atención de los coordinadores de IU en Madrid y Andalucía, Eddy Sánchez y Diego Valderas, respectivamente, que también reconocieron la deuda madrileña.

 ERE del PSOE: 20% menos de sueldo a sus empleados
Los empleados del PSOE trabajarán a partir de ahora un veinte por ciento menos. Y cobrarán, en consecuencia, otro tanto menos. Ésa es la consecuencia inmediata de la aplicación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ha puesto en marcha el principal partido de la oposición, tras aprobarlo el verano pasado. Desde entonces ya se han aplicado las medidas contempladas en la primera parte del ERE y, aunque el partido ha intentado en estos meses «no tener que aplicar» el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), «no le ha quedado más remedio» que hacerlo, debido a los fuertes recortes de presupuesto que ha sufrido, sobre todo por la bajada de subvenciones oficiales, según informaron a Europa Press fuentes del Comité de Empresa del PSOE. En el ERE, al que dio luz verde la asamblea de trabajadores del PSOE el pasado julio, se incluían un centenar de prejubilaciones, 16 bajas voluntarias y siete despidos con indemnizaciones de 35 días por año trabajado. Según las citadas fuentes, todas estas medidas ya se acometieron en 2012. Ahora, el partido ha tenido que poner en marcha el ERTE que esa misma asamblea aprobó. El acuerdo del ERE afecta a la plantilla de la estructura federal del partido, a los trabajadores de los grupos socialistas en el Congreso y el Senado y a 14 agrupaciones territoriales: 8 partidos autonómicos y 6 provinciales. En el proceso de negociación, la dirección del PSOE se marcó como objetivo «limitar al máximo el impacto social del expediente y buscar fórmulas solidarias que redujeran al mínimo las consecuencias laborales». Las negociaciones de este ERE se pusieron en marcha dentro del plan de austeridad que se fijó el PSOE para hacer frente a la difícil situación económica que atraviesa por el «importante descenso de ingresos» de la organización tanto por los resultados electorales que obtuvo en las últimas elecciones generales, en las que perdió 4,3 millones de votos y casi 60 escaños, como por la reducción de las asignaciones del Estado a partidos político.

No hay comentarios: