m.
j. pérez-barco / madrid
Día
21/03/2013 - 08.06h
En
España ha bastado durante años aprobar la Selectividad para acceder a los estudios
de maestro de Primaria
La
formación que reciben los profesores españoles se ha puesto en tela de juicio
tras el informe de la inspección educativa sobre las respuestas y preguntas que
han dado los opositores al Cuerpo de Maestros de la Comunidad de Madrid en el
proceso de selección de 2011.
Que solo el 38% de los candidatos haya sabido
situar Ávila y Pamplona en el mapa, o que el 93% no supo convertir dos kilos y
30 gramos en gramos, o que alguno haya escrito que la gallina es un mamífero...
ha revelado un nivel de cultura general muy bajo en las personas que aspiran a
enseñar a los niños de 6 a 12 años. Por no hablar del daño y desprestigio que
han sufrido la profesión y los docentes ahora en activo.
Graves
errores que dan pie a preguntarse cómo se forma un maestro en nuestro país, una
formación que los propios docentes han pedido mejorar.
Hoy
es un título de grado de cuatro años
Durante
décadas, para ser profesor de Primaria había que cursar durante tres años la
carrera de Magisterio y, después, opositar para ejercer en un colegio público.
Pero eso cambió con el Plan Bolonia desde 2009. Ahora es un título de grado
(cuatro años) que se obtiene en las facultades de Educación. El pasado año y
este, según la universidad, saldrán las primeras promociones de profesores del
plan Bolonia.
Hasta
ahora para acceder a estos estudios no se ha exigido una nota alta en Selectividad.
En muchas ocasiones, bastaba un cinco para empezar a estudiar Magisterio. Y
para muchos, ese fácil acceso ha lastrado la formación de los profesores, sobre
todo al mirar hacia Finlandia, el ejemplo en el que se fija gran parte de la
comunidad educativa ya que sus alumnos acaparan los primeros puestos del
informe PISA por su excelente nivel educativo.
Los
finlandeses escogen sólo a los mejores alumnos para ser maestros, convencidos
de que los mejores docentes deben situarse en los primeros años de la
enseñanza. Hay que superar un proceso de selección muy exigente para acceder a
los estudios universitarios para ser profesor.
Así
lo describe Javier Melgarejo, licenciado en Psicología y doctor en Pedagogía,
que ha realizado diversos estudios sobre el sistema educativo de Finlandia: sólo
los estudiantes con mejores expedientes académicos y más elevadas
calificaciones en la reválida (algo así como la Selectividad española) pueden
plantearse ser profesores. «La nota media del Bachillerato y de la reválida
deben superar el nueve sobre diez», explica Melgarejo.
Superar
un examen nacional
Después
se presentan a una prueba nacional para acceder a la carrera docente, donde
también se tiene en cuenta si el aspirante lleva a cabo actividades de
voluntariado, tiene experiencia profesional, otros estudios... «Suelen escoger
al 10% de los candidatos que se presentan. Son los mejores, con aptitudes de
sobresaliente, que han superado en el examen nacional a otros alumnos también
muy buenos», afirma Luisa Gutiérrez, responsable de comunicación del Instituto
Iberoamericano de Finlandia.
En
la entrevista se comprueba si el aspirante vale para maestro
Los
aspirantes pasan a la segunda fase en la que cada universidad realiza las
pruebas que estima oportunas: «El resumen de una lectura de un libro, una
explicación de un tema ante una pequeña clase, demostrar aptitudes artísticas
(dibujar, música...), una prueba de matemáticas y otra sobre tecnologías de la
información —dice Melgarejo—. Uno de los aspectos esenciales es la entrevista,
donde se comprueba que el aspirante tiene las propiedades necesarias: capacidad
de comunicación, actitud social y empatía. Si no las tiene o no las puede
incorporar, se prescinde de él y no accede a la formación».
Ahora
se pide hasta un nueve
En
España, el único requisito para cursar el título de grado de Maestro de
Educación Primaria es aprobar la Selectividad. Pero el nivel de exigencia está
cambiando. Según un informe de Avanzaentucarrera.com, el portal de formación de
Infoempleo, de los más de cien centros que en España impartieron este grado el
pasado año, ya había cerca de un 80% que pedía en junio de 2012 una nota
superior a seis. En concreto: 45 centros exigían un 6; 24 un 7 de media; 17 un
8 y cuatro centros un 9.
«La
carrera no evalúa la capacidad de enseñar»
En
cuatro años de carrera se cursan asignaturas como Psicología de la Educación,
del Desarrollo; Didáctica de las Matemáticas, de Ciencias Sociales... «Es
decir, se enseña cómo dar matemáticas o historia a los niños», explica el profesor
Fernando Vílchez, que ha formado a futuros profesores durante treinta años en
la Facultad de Educación de la Universidad Complutense, de la que también ha
sido vicedecano. Desde segundo curso los alumnos hacen prácticas en una red de
colegios públicos y concertados recogidos por convenio con la comunidad
autónoma. Son guiados por un tutor del centro y supervisados por otro tutor de
la facultad, que pueden o no suspender al estudidante. «Estas prácticas son
para aprender, pero no se evalúa la capacidad de enseñar. El título de grado no
incluye los rasgos de personalidad ni cómo se siente un aspirante a profesor
ante los niños —asegura Vílchez—. Ahora es una carrera muy demandada, porque en
época de crisis se puede pensar que siempre habrá necesidad de docentes y se va
hacia algo seguro».
En
Finlandia, el título de grado equivale a cinco años. Las prácticas se realizan
desde el principio, en periodos más cortos durante los tres primeros años y más
largos en los dos últimos. Al final, el aspirante realiza una tesina de fin de
carrera. Si aprueba entra en el mercado de trabajo y será seleccionado por el
director de algún colegio.
Prestigio
social
Pero
hay otra clave para el debate: «Los profesores en Finlandia cuentan con más
prestigio social que un médico», dice Luisa Gutiérrez, algo de lo que adolecen
los docentes españoles. «Son valorados y respetados por padres, alumnos, el
director del colegio... Se confía en ellos. Y eso contribuye a que tengan mayor
autonomía y altas dosis de motivación», asegura Gutiérrez. Las mismas claves
que, en opinión del profesor Vílchez, podrían hacer mejorar el sistema
educativo español: «El éxito de Finlandia en educación se debe a la mayor
valoración y prestigio social de los maestros, a una buena selección y una
formación que se cuida. Además, hay una unión de fuerzas de todas las
administraciones. Y también están bien pagados y motivados».
Los
rasgos del buen maestro
m.
j. p-b. madrid
El
profesor Vílchez cree que la docencia es una carrera eminentemente vocacional.
Requiere conocimientos, pero también unas cualidades y capacidades de las que
no todos gozan.
Incluso, en su opinión, hay rasgos personales que ayudan a ser
un buen profesor: «Buena inteligencia emocional, tener habilidades sociales,
ser una persona equilibrada, con capacidad de empatía, poseer esa sensibilidad
humana para captar lo que le puede pasar a una persona y que no se escapen los
detalles del sufrimiento, capacidad para sacar lo mejor de uno mismo y del
otro.
Esta es la clave. Con una dosis infinita de paciencia, capacidad de
resistencia ante problemas como el estrés y capacidad para adaptarse a grupos
diferentes... Hay que ser capaz de transmitir valores, tener una necesaria
pedagogía de la calma que implica la escucha, dotes de comunicación, ser una persona
simpática (un profesor que no sonría no es bueno), y que tenga autoridad, una
característica moral que se gana día a día. Pero sobre todo, por encima de
todo, querer y amar al alumno».
Jos33.- Buen
artículo, estoy totalmente de acuerdo en todo lo que aquí se plantea. Doy clase
en la universidad a alumnos que van a ser maestros de infantil y detectamos
muchos de estos problemas. Se ha subido el nivel de exigencia pero creo que no
es suficiente. Por otro lado yo imparto la asignatura de Educación Artística,
que es algo considerado desde tiempos inmemoriales una "maría", doble
dificultad. No hay más que ver los planes de estudios y las curriculares. Hay
escaso aprendizaje holístico, no se trabaja la lateralidad apenas y casi todo
se centra en el aprendizaje verbal. ¡Tenemos dos hemisferios!
El
secreto está en el mismo artículo. TODO es importante, sin olvidar la última
frase, "bien pagados y motivados". ¿Saben cuánto cobra un maestro por
esas latitudes? Empecemos desde el principio, exigiendo desde el primer día,
pagando después bien y el resto vendrá solo. Garantizado.
A
medio y largo plazo es la profesión más importante. ¿Quién lo puede negar?
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