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Felipe González cuestionó ayer la
estrategia de desgaste que el PSOE ha asumido para socavar el liderazgo de
Mariano Rajoy, cuya dimisión no se cansa de pedir el PSOE. El expresidente del
Gobierno muestra su solidaridad con Mariano Rajoy, al que anima a emprender una
política de regeneración que frene la corrupción, pero, sobre todo, le da un
capón a Rubalcaba, cuya agresiva campaña no parece ser la más adecuada para los
tiempos actuales.
Exdirigentes del PSOE cuestionan la
dimisión de Rajoy que exige Rubalcaba
GABRIEL SANZ
Día 16/02/2013 - 03.55h
Felipe González dijo ayer que no
quiere ver repetida la estrategia del «¡Váyase señor González!» que practicó
Aznar en los 90
Cuando falta menos de una semana
para el crucial Debate sobre el estado de la Nación, Felipe González lanzó ayer
un torpedo contra la estrategia de Alfredo Pérez Rubalcaba de exigir la
dimisión de Mariano Rajoy, y puso así voz a quienes dentro del PSOE vienen
cuestionándola en privado.
El 3 de febrero, tras anunciar que
pediría la marcha de Rajoy por no haber aclarado la acusación de los «papeles
de Bárcenas» (el supuesto cobro de un sobresueldo de 25.220 euros anuales en
dinero negro durante once años), fuentes de la Direcion socialista se
apresuraron a explicar que el secretario general había consultado con los
barones del partido y con los expresidentes del Gobierno Felipe González y José
Luis Rodríguez Zapatero.
Ala vista está que, por lo menos, a
González no le convenció. El exjefe del Ejecutivo entre 1982 y 1996 aprovechó
su asistencia ayer a unas jornadas en Madrid para señalar que con la crisis y
los escándalos que vive España «todos los días» hay motivo para pedir la marcha
de Rajoy; pero a él no le gusta que se reedite el «¡Váyase señor González!»,
con el cual José María Aznar le martirizó en los años 90. Y algunos barones
consultados por este periódico a lo largo de esta semana también dudan de la
oportunidad y efectividad del envite.
Para que no quepa duda de que no ve
bien que Rajoy añada con su marcha más crisis a la crisis, Felipe González
añadió que lo que tiene que hacer el inquilino de La Moncloa es tomar «las
decisiones que tiene que tomar para cortar radicalmente esta situación» surgida
por la ola de casos de corrupción. Busque acuerdos con la oposición, le instó el
ex líder socialista, a fin de «sanear la vida política, reformar la vida
institucional y de los partidos, y enfrentar la crisis económica con más
sentido de lo que se ha hecho hasta ahora».
En esa misma línea está el
expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien habla frecuentemente por
teléfono con Rajoy y que, según diversas fuentes consultadas por este
periódico, guarda silencio en público sobre su sucesor debido al cargo de
consejero de Estado que ostenta en la actualidad.
Quien sí habló anoche con ABC fue un
destacado dirigente de su etapa, para formular la siguiente pregunta: «Si, con
la que está cayendo, no somos capaces de hacer algo juntos (PP-PSOE) ¿Cuándo
vamos a ser capaces de hacerlo?».
Coincidente con Felipe González en el
fondo de su discurso, éste ex dirigente de los gobiernos de Zapatero cuestiona,
además,lo «arriesgado» de pedir la dimisión de un presidente de gobierno sin
esperar a un movimiento judicial que lo justifique. Porque la evolución del
«caso Bárcenas» en los tribunales será larga, argumenta, razón de más para
haber esperado hasta ver si las fotocopias adquieren valor probatorio o no.
«Puedes decir: Si esto se confirma,
usted se tiene que ir, pero no pedir directamente la dimisión en base a unas
fotocopias que puede que queden en nada», señala esta fuente.
RUBALCABA EMPIEZA A DUDAR
El propio Rubalcaba, defensor de una
oposición «util» en el año que lleva al frente del PSOE, ha mostrado ya en
privado sus primeras dudas sobre una estrategia que solo ha seguido, dice, por
temor a volver a ser acusado de «blando» por parte del sector crítico,
abanderados por Carme Chacón y Tomás Gómez (José Antonio Griñán se ha ido
desmarcando paulatinamente en los últimos tres meses).
El Debate sobre el estado de la
Nación, los próximos 20 y 21 de febrero, le van a proporcionar la excusa ideal
para un acercamiento al Grupo Popular. De hecho, este último jueves, cuando
salió a contraatacar a Rajoy haciendo público su sueldo y anunciando que
publicará sus declaraciones de IRPF de los últimos diez años, ya se mostraba
convencido de conseguir el apoyo «de todos» a la iniciativa que va a presentar
el Grupo Socialista para legislar un único modelo de declaración pública de
rentas y bienes de parlamentarios y altos cargos en la Administración Central.
IU descarta una moción de censura
contra Rajoy porque «deben echarlo los ciudadanos»
ep / madrid
Día 15/02/2013 - 21.36h
Cayo Lara cree que el «juego» de que
los políticos digan cuánto cobran solo sirve para «distraer» y no soluciona el
«problema de fondo»
El coordinador federal de Izquierda
Unida, Cayo Lara, ha afirmado este viernes que el presidente del Gobierno,
Mariano Rajoy, está gobernando en «fraude electoral» por estar aplicando un
programa distinto al que ofreció, pero ha descartado presentar o apoyar una
moción de censura porque cree que, en todo caso, son los ciudadanos los que
deberían echarlo del poder. «No queremos sustituir la opinión de los
ciudadanos», ha declarado Lara durante un encuentro con jóvenes y
representantes de movimientos sociales en la Universidad Complutense de Madrid.
En su opinión, la continuidad o el
fin del Gobierno actual es algo que no corresponde determinar a los partidos,
sino que se debe decidir «por la vía de las urnas». Además, ha recordado que
para presentar una moción de censura se tienen que poner de acuerdo al menos 35
diputados y hay que presentar un candidato a presidente, un gobierno y un
programa.
Ni con CiU ni con PSOE
Lara ha rechazado utilizar ese
instrumento parlamentario tanto con CiU, que está aplicando en Cataluña «las
mismas políticas» económicas que el Gobierno de Rajoy a nivel nacional y cuyo
secretario general está implicado en «un presunto caso de corrupción», como con
el PSOE, que «forma parte de las políticas bipartidistas y, por tanto, de las
políticas neoliberales».
El líder de IU ha insistido en que
el presidente del Ejecutivo está «gobernando en fraude electoral» porque «está
aplicando un programa electoral que no es aquel que comprometió con los
ciudadanos». Tras indicar que ha abaratado el despido, rescatado a bancos y
hecho recortes en la sanidad, la educación y las pensiones, ha dicho que no
sabe si «le quedará algo por incumplir». «Tiene legalidad para gobernar, la que
le da la mayoría absoluta, pero no legitimidad», ha concluido Lara, cuyo
partido está recogiendo propuestas políticas y económicas de los españoles para
transmitírselas al Gobierno la próxima semana en el Debate sobre el Estado de
la Nación y así «llevar la voz de la calle al Parlamento».
«La crítica que estamos recogiendo
en las propuestas» es «rotunda» en su rechazo a «la política del Gobierno», ha
asegurado, el coordinador federal de IU, que considera que la «presión popular»
es ahora la única manera de conseguir la dimisión de Rajoy.
«Corrupción sistémica»
Al referirse al problema de la
corrupción, ha afirmado que en España es «sistémica» y que es necesario
«regenerar democráticamente» el país porque están implicadas «muchas
instituciones» públicas.
Asimismo, ha destacado que «cuando
hay un corrupto» y se trata de un político, no hay que olvidar que también «hay
un corruptor». «Una parte de la clase empresarial es corrupta», ha apuntado
Lara, que ha señalado que en los casos de supuesta financiación irregular de un
partido, se entiende que las empresas que han pagado a los políticos lo han
hecho para que éstos pongan «el poder a su servicio».
Por eso, ha abogado por un sistema
de financiación en el que los partidos reciban solo recursos públicos, no del
sector privado, y los gestionen «transparentemente». A su entender, en casos
como el del extesorero del PP Luis Bárcenas, «hay una financiación por la
puerta de atrás» por parte de determinadas empresas, y quienes abogan por que
sea el sector privado el que financie a los partidos buscan «llevar al Boletín
Oficial del Estado» ese tipo de prácticas.
En este contexto, Lara también ha
denunciado la «puerta giratoria» que comunica el Estado y la empresa privada y
por la que pasan políticos que luego ocupan cargos en el sector privado, como
los expresidentes Felipe González y José María Aznar en Gas Natural y Endesa,
respectivamente. «Son las empresas que privatizaron» cuando gobernaban y ahora
«defienden sus intereses», ha criticado.
Por otro lado, ha advertido de que
con la Ley de Transparencia se está intentando poner «una cortina de humo». En
su opinión, el PP y el PSOE se han centrado ahora en el «juego» de pedir que
los políticos digan cuánto cobran para «distraer a la gente», cuando el
«problema de fondo» es «si el poder está al servicio del interés general» o de
«determinadas empresas».
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