ARTURO ESPINOSA FERNÁNDEZ
Nos sugeriste en su día que te
llamáramos Alfredo, con el tuteo por delante. Así lo hago. Pero, ¡hombre de
Dios! ¿Cómo es posible que hayas dejado en manos de tus asesores un asunto de
tanta envergadura como lo es esa exigencia tuya, insistente y obsesiva, para
que Rajoy presente la dimisión? Y, además, con el sello de urgencia.
Todo lo contrario, Alfredo. Los tuyos te
han confundido. A ti lo que te interesa en estos momentos, en el concreto caso
Bárcenas, es hacer uso de la dilación, de la demora y de la tardanza. Como
digo, todo lo contrario.
¿Hasta cuándo?, te preguntarás. Todo
lleva su tiempo, Alfredo. España, tú lo sabes mejor que nadie, padece tantos
casos de corrupción que han llegado a colapsar las dependencias de los que
tienen que desvelarlos y juzgarlos.
A mí, por mi condición de andaluz, me
preocupa mucho adónde fueron a parar los dineros de los ERE, versión Junta de
Andalucía. ¡Ay, mi Andalucía, pobrecita ella! Hoy, ya se ve, con un Griñán
atrincherado y un Chaves chitón. Todo el mundo sabe de la existencia de otros
ERE, llámense ERE-Iberia, ERE-Telemadrid, ERE-CC.OO., ERE-UGT, ERE-Bankia,
ERE-Paradores. Demasiados ERE, ¿verdad?
Y como español, exijo de una vez por
todas que no se deje en el olvido el chivatazo del irunés «caso Faisán», que tú
ya conoces, así como el de Ideas (malas deben de ser) en el que presuntamente
está involucrado el exministro Caldera. Y, cómo no, el 11-M, que me trae a
maltraer. Como comprobarás, Alfredo, en todos los sitios cuecen habas.
Para evitar la ceremonia de la
confusión, y como final, cuenta conmigo para que se investiguen hasta en el
fondo del mar otros casos, sean Gürtel, Bárcenas y muchos más, que los hay,
para nuestra desgracia. De un lado y del otro. Seamos ecuánimes, actuemos con
imparcialidad, con neutralidad, y no con el descarado sectarismo que practicas
y que te pone en evidencia.
Muy atentamente.
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