Tomás Gómez ha afirmado en la Asamblea de Madrid que la
política social del PP es una continuación de la que llevaron a cabo los
vencedores de la guerra civil: los «populares» siguen robando a la España de
izquierdas como continuadores que son de los que triunfaron en la guerra civil.
Siendo políticamente bestial este discurso, lo que al cronista le sorprende más
es la ignorancia de la evolución ideológica y partidaria que han tenido la
sociedad española y sus minorías a lo largo de tres cuartos de siglo.
El señor Gómez debería saber que muchos de los dirigentes de
izquierdas en los 50 y 60 fueron hijos de franquistas.
Los padres ganaron la
guerra y los hijos quisieron ser la oposición en la paz. Esto ha sido clave en
el proceso socialista desde Martín Santos.
El autor de «Tiempo de silencio» y
dirigente máximo del PSOE en el «interior», fue hijo de un médico militar que
ejerció como gran jefe político en Guipúzcoa recién acabada la guerra.
La
historia del socialismo actual ha estado dirigida por ciudadanos, «reconvertidos»
para unos y «rebeldes» para otros desde el punto de vista familiar y de clase.
A la izquierda partidaria y cultural han pertenecido gentes como D.Dominguín,
J.Pradera, M. Sánchez-Mazas, C. Martín Gaite, A. Sastre, J. Reventós, J. Cerón,
J.R. Recalde, M. Sacristán, N. Serra, C. Zayas, , J. Barrionuevo, J.M. Maravall
¿Cómo les calificaría Gómez a todos estos, incluidos los «nietos» como
Rubalcaba y Griñán? Y ¿cómo explicaría el pluralismo de la familia Bustelo,
patriarcas de Ribadeo que ha tenido ministros de UCD (Carlos), del PSOE
(Morán), un rector ex-socialista (Francisco), un presidente de Gobierno de UCD
(Calvo Sotelo)
Demasiada complejidad para alguien tan peligrosamente simplón
como Gómez.
Cesar Alonso de los Rios (ABC)
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