«Cuando pasamos por encima de las cenizas de la hoguera me
paré y José Bretón también. Allí le dije si el fuego le traía algún recuerdo y
le cambió el semblante. Segundos después agachó la cabeza sin decir nada. Le
dije que fuera valiente, que si ya no había remedio, sí podía mitigar el dolor
de muchas personas. Seguía callado y le pregunté: “¿Están aquí en la finca los
niños?” Y él solo dijo: “Cerca”».
Este es prácticamente el final del «juego» que José Bretón, el
padre de los niños desaparecidos en Córdoba hace hoy siete meses, mantuvo con
la Policía entre el día 10 de octubre y el 17, cuando fue detenido. Un agente
de Homicidios se convirtió esa semana en su «alter ego» y relató en una
declaración aportada al sumario, a la que ha tenido acceso ABC, las
sorprendentes conversaciones mantenidas.
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